“LOS GUARDIANES
DEL MUSEO”:
NUEVAS FORMAS DE ACERCAR EL MUSEO A LA COMUNIDAD.
Lic. Maria
Eugenia Martins, Srta. Soledad Scazzola , Srta. Emilia Pérez, Srta. Gabriela
Coelho dos Santos, Lic. Germán Schierff , Sr. Raul González Dubox[1]
Palabras
clave:
museo-educación no formal- visitantes -actividades lúdicas-interpelación
Comunicación (Oral)
Resumen:
A
través del presente trabajo se relata la experiencia realizada en el marco de La Noche de los Museos durante
los años 2008-2009, en el Museo de La
Plata por docentes del Servicio de Guías. “Los Guardianes del
Museo”, titulo de dicha actividad, propuso un recorrido diferente por las salas
con el objetivo de interpelar a los visitantes en el marco de un proceso
educativo. Para ello, por medio de actividades lúdicas, los visitantes debían
responder una serie de preguntas cuyas respuestas se encontraban en las
vitrinas. Con el fin de que el proceso de aprendizaje iniciado no se limite al
espacio físico del museo, al concluir la actividad, se les entrega a los participantes
un juego de mesa para toda la familia. De esta forma, jugando con la oscuridad,
las expectativas de niños y adultos y el misterio que el museo genera,
invitamos a recorrer las salas con la excusa de convertirnos en “Los Guardianes
del Museo”.
“Los educadores de museos tienen la responsabilidad de crear una metodología contemporánea que motive al visitante para que despierte su curiosidad, cultive su imaginación y estimule su autonomía para relacionarse de una manera diferente con las piezas del museo.” |
Torres,
P. (2001: 42)
INTRODUCCIÓN |
Desde
hace aproximadamente tres décadas, los museos vienen reformulando sus formas
expositivas bajo un nuevo paradigma
museológico y museográfico que pone el eje de atención en el público receptor
de la exhibición (Nuñez, A. 2007; Reca, M. M.
2005). De allí que la evaluación y análisis de las formas en que éstos se
apropian del espacio del Museo de La
Plata constituya una
instancia fundamental tanto para la reformulación de las propuestas como para
el desarrollo de una política institucional que cumpla con la misión educativa
del museo.
Es
por ello que a lo largo del presente trabajo se analizará una de las experiencias (“Los Guardianes del Museo”) llevada
adelante por el Servicio de Guías del Museo de La Plata durante los años 2008
y 2009, en el marco de Una Noche en los Museos, actividad coordinada por la Municipalidad de La Plata.
Acerca del
Servicio de Guías del Museo de La
Plata
Los
museos son, además de instituciones públicas para el resguardo, registro y
difusión del patrimonio, importantes herramientas educativas y de divulgación
científica. Hace más de veinte años fue creado el Servicio de Guías del Museo
de La Plata , el
que consta de un plantel integrado por alumnos y
graduados de la Facultad
de Ciencias Naturales y Museo, perteneciente a la Universidad Nacional
de La Plata. Además
de realizar visitas guiadas al público en general y a distintos
establecimientos educativos de todo el país, desde el Servicio de Guías, constantemente
se proponen alternativas que permiten ampliar el abanico de actividades
educativas no formales en el espacio del Museo de La Plata (talleres para chicos,
exposiciones para ciegos y disminuidos visuales, visitas temáticas, entre
otras).
Del monólogo al
diálogo: Del Museo que Exhibe al Museo que Comunica
Desde sus
orígenes los museos han sido partícipes en el desarrollo del conocimiento
científico, reflejo del orden y representación del pensamiento particular de
cada época y país. No ajenos a la
realidad que los envuelve, tanto las concepciones de “museo” y de “visitante”
han cambiado a lo largo del tiempo, en estrecha relación con los diferentes
contextos socio históricos.
El viejo modelo
expositivo consistía en vitrinas cargadas de piezas destinadas a un público
selecto en las que el conocimiento científico se presentaba como algo inaccesible
e incuestionable. Este modelo de museo, acompañado por la monumentalidad de sus
edificios - que le otorgaba, a su vez, una connotación de solemnidad y
autoridad- superó sin duda a los
gabinetes de curiosidades que le dieron origen (Reca, M. M. y Martins, M E.
2007). Sin embargo, muchos de ellos quedaron inmóviles por muchos años, cristalizados
en el tiempo, inseparables de los paradigmas científicos de los cuales fueron tributarios.
El Museo de La Plata es un exponente
emblemático de esta propuesta. Fundado en 1889, su concepción, plasmada tanto
en los aspectos edilicios, como en las segmentaciones disciplinarias, la
organización de su recorrido y las formas expositivas, estuvo guiada por el
paradigma evolucionista darwiniano (Morosi, J. A. 2004).
Si
bien a nivel mundial se fueron dando lentas modificaciones en cuanto a la
manera de pensar a los museos y sus visitantes, es durante las décadas de los
70 y 80 cuando comienzan a darse las principales modificaciones en torno al
paradigma museográfico. El visitante pasa de ser pensado como un ser pasivo a
uno activo, que ante la propuesta del museo activa una serie de hábitos
cognitivos, competencias culturales previas que le permiten interpretar el patrimonio cultural (Torres, P. 2001).
En
relación a lo anterior, nos interesa rescatar el modelo interaccionista, el
cual plantea el conocimiento como el producto de la interacción sujeto-
objeto. Desde la actividad “Los Guardianes del Museo”, se intenta rescatar y
enfatizar la dimensión “vivencial” de la experiencia como vía de promover esta
relación interactiva. Buscamos lograr una “experiencia significativa”. [2]
En
palabras de la
Licenciada María Marta Reca (2005), coordinadora de la Unidad de Conservación y
Exhibición de la institución: “Estamos ante un cambio de paradigma
museográfico: del museo que exhibe colecciones al museo que comunica, de una
idea de público general indiferenciado a un concepto de visitante activo y
diverso que pone en juego su propia experiencia
al apropiarse de los mensajes
propuestos”.
Conscientes
que las exhibiciones sólo muestran una forma posible de entender una porción de
la realidad su finalidad no es adquirir información acabada, sino hacer del
aprendizaje un proceso interactivo generando nuevas síntesis cognitivas. Desde
El Servicio de Guías se intenta dar respuesta al reto actual de lograr una
experiencia creativa para los visitantes de museos. “Los Guardianes del Museo”
es una actividad pensada y planificada apuntando a dicho objetivo.
LOS GUARDIANES
DEL MUSEO
Siguiendo lo
planteado por Manuel Argumedo (2001), “vamos a entender por educación a la
acción intencional de un sujeto social que se propone promover en otros sujetos
sociales ciertos y determinados aprendizajes que él considera importante para
ellos”. De acuerdo a esta definición, entendemos que “Los Guardianes del Museo”
fue planteado desde su inicio por personal del Servicio de Guías como una
acción educativa. El objetivo de la misma,
apunta a la valorización de los museos como lugar “ameno” de
aprendizaje, intentando desacralizar, “desolemnizar” su espacio. La idea rectora
fue lograr transmitir que todos podemos acceder al museo y disfrutar de él,
todos somos “legítimos” visitantes. La actividad lúdica es la estrategia
didáctica que, a modo de invitación, nos permite la desacralización.
Apuntamos a
despertar la inquietud de los visitantes, a estimularlos a que se interesen en
recorrer las salas prestando atención a aspectos que en otras ocasiones
pasarían por alto. Es una invitación que persigue enfatizar o modificar una
determinada representación/apropiación del museo, es una interpelación[3].
Como toda acción
educativa, el proceso se fue desarrollando en distintas etapas de planificación,
ejecución, evaluación.
La actividad en
el marco de Una Noche en los Museos
MATERIALES Y METODOS
Los Guardianes
del Museo es una actividad que se pensó desde un primer momento buscando
perpetuarse a lo largo de los años, desarrollando diversas temáticas. Las
características de Guardianes son producto de los objetivos mencionados en la
introducción y de la situación particular de Una Noche en los Museos. Por este
motivo esta actividad presenta algunas diferencias a las visitas habituales.
¿Cuales son esas
diferencias? Destinatarios:
Generalmente se trabajan las visitas guiadas con grupos escolares que pueden
ser de hasta 35 visitantes, en esta ocasión los destinatarios son los grupos
familiares sin exceder los 15 participantes, Tiempo: La duración de la visita habitual es de una hora y media en
promedio, en el caso de “Los Guardianes del Museo” el grupo permanece en el
juego solo 20 minutos y Participación:
Es estrictamente necesario un mayor grado de participación de los visitantes para la
realización de la actividad.
Las salas
seleccionadas para la actividad fueron Tiempo y Materia, Osteología Comparada y
La Tierra. Tales
salas fueron elegidas debido a que podían utilizarse sin afectar el flujo de
los visitantes por el resto del edificio (ver Anexo 1).
Planificación
Coincidimos con
Patricia Torres (2001) en que “el primer contacto que el público establece con
una exposición es a través de su título, si este es atractivo lo introduce
en la creación de imágenes, sensaciones, ideas”
En el marco de
“Los Guardianes del Museo” se llevaron a cabo dos experiencia educativas. En el
año 2008 se realizó “Los Guardianes del Museo y La Lámpara de la Sabiduría ” y en el año 2009 se concretó la
secuela de dicha actividad “Los Guardianes del Museo y el Juego del Aprendiz de Naturalista”. El título de la propuesta
debía ser acorde a su objetivo
¿Cuáles son esas
imágenes, sensaciones, ideas, que crea guardianes? Custodia, protección,
patrimonio, rescate, prestigio, aventura, misterio. ¿Y “La Lámpara
de La Sabiduría ”?
Conocimiento, saber, ciencia, reliquias ¿Y “El
Juego del Naturalista”? Científico, coleccionista, amante de las ciencias y
la naturaleza, viajes, 1800, antiguo.
Une un poco la concepción museológica y museográfica del museo con
nuestra propuesta didáctica. A su vez, los mismos guías jugaron con estas ideas
y sensaciones que el titulo proponía, generando un clima particular que
fomentaba la curiosidad y la participación.
Ambas
actividades contaron con una recepción en el hall central del museo que se
encargaba de coordinar las actividades que se realizaban simultáneamente. Los
grupos, integrados por niños y adultos, se repartieron entre 15 y 20 turnos
cada año, lo que nos permitió tener un mayor control de la dinámica. Luego de
esto se pasó a las salas anteriormente citadas, que estaban a oscuras, lo cual
obligó a los visitantes a manejarse con linternas.
“La Lámpara de la Sabiduría ” implicó un
recorrido por el museo que incluyó las salas de Osteología comparada, La
Tierra y Tiempo y
Materia. Dicho recorrido debía
completarse en el menor tiempo posible. El recorrido fue un juego que constaba
de una serie de postas que había que superar respondiendo preguntas, armando
rompecabezas y buscando objetos en la exposición. En relación a ello, cada equipo
recibió un puntaje con el cual ingresaba a un ranking, del cual surgió un
ganador. Sin embargo, todas las familias recibieron un premio.
En el caso de
“El Juego de Aprendiz de Naturalista”, el grupo familiar tenía la posibilidad
de anotarse para jugar en la sala de La Tierra o en la sala de Tiempo y Materia, ambas
funcionaban de manera independiente. La actividad era en si un juego de mesa
donde la sala se convirtió en el tablero y los participantes las fichas de
dicho tablero. La sala estaba dividida en sectores identificados con diferentes
colores. Dos dados gigantes guiaban el resultado del juego, en esta ocasión los
ganadores se llevaban un juego de mesa: “El Juego del Aprendiz de Naturalista”.
RESULTADOS
En el año 2008
arribaron al museo aproximadamente 1000 personas de las cuales cerca de 200
participaron de la actividad mientras que en el 2009 llegaron al museo 3000
personas aproximadamente de las cuales unas 490 realizaron la actividad de “Los
Guardianes del Museo”. Estas cantidades superaron nuestras expectativas, por
los cual el número de guías fue insuficiente. Más allá de esto, en ambas oportunidades
la ejecución de las actividades se dio según lo planificado.
En el año 2008,
durante las cuatro horas de la actividad, cinco guías rotaron entre el
auditorio del museo y las tres salas mencionadas con grupos de 20 a 40 participantes, durante
un tiempo de 20 minutos.
En el año 2009, dos
guías por sala recibieron a los grupos de participantes, divididos en un
principio en grupos de 15, número que aumentó hasta 40 en el transcurso de la
noche. En esta ocasión la introducción se realizó en la misma sala,
permaneciendo alrededor de 15- 20 minutos.
CONCLUSIONES Y EXPECTATIVAS
La evaluación elaborada
por los Guías que realizaron dicha actividad constó de diferentes etapas. La
primera se desarrolló durante la actividad misma. Una segunda instancia
consistió en la elaboración de un informe escrito de circulación interna. La
tercera etapa incluye una instancia de reflexión, de la que esta ponencia forma
parte.
Otra manera de
evaluar el interés despertado por la actividad, es teniendo en cuenta la proporción
de participantes en función del total de visitantes que llegaron al museo. De un
año al otro el aumento de público y los buenos comentarios del mismo, dieron la
pauta de que la actividad fue productiva. En este sentido, creemos que el
objetivo central fue saldado: se logró por parte de los visitantes un alto
grado de participación, buscando las respuestas, jugando grupalmente en un
clima ameno y propicio para lograr la interpelación deseada. Desde esta
instancia de evaluación creemos que el proceso educativo pudo completarse.
Profundizar las
reflexiones acerca de ello es uno de los aspectos que a futuro más nos interesa
trabajar. Para lo cual se planea implementar en las futuras actividades,
diversos mecanismos para acercar las opiniones del público, en particular a
través de encuestas escritas.
Siguiendo con
esta tendencia en el incremento del número de visitantes, el desafío para las
actividades futuras es responder a las demanda que implican la gran afluencia de
público. Las expectativas para el próximo año son alentadoras.
ANEXO 1
BIBLIOGRAFÍA
-
Argumedo,
M. (2001). Cap 1: Una definición de educación. En: “El trabajador social como educador. Formación profesional y
educación”. Tesis de Doctorado presentada al Programa de Estudos
Posgraduados em Serviço Social ,
Pontifica Universidade Católica de Sao Paulo.
-
Buenfil Burgos, R N. (1992). “Análisis de discurso y educación” Departamento de Investigaciones Educativas
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados. Instituto Politécnico
Nacional. México
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DISEÑO CURRICULAR FORMACIÓN DOCENTE NIVELES INICIAL
Y PRIMARIO. 2007. Dirección General de
Cultura y Educación. Provincia de Buenos Aires - Argentina
-
Morosi, J. A. (2004). “Los creadores del edificio del Museo de La Plata y su obra”. La Plata. Fundacion Museo de La Plata Francisco Pascasio Moreno
LINTA-CIC.
-
Núñez,
A. (2007). “El museo como espacio de mediación: el lenguaje de la exposición
museal”. Universitas
humanística. Nº 63, Págs. 181-202.
-
Reca,
M. M. y Martins, M E. (2007). “Las exhibiciones y su público: una aproximación
cuali - cuantitativa de la recepción de la sala de etnografía del Museo de La Plata ”. En: Actas V
Jornadas de Etnografía y Métodos Cualitativos. Organizadas por el Centro de Antropología Social del IDES
(Instituto de Desarrollo Económico y Social).
-
Reca,
M. M.. (2005). “OBJETOS Y MUSEOS: Análisis crítico sobre la “puesta en escena”
del patrimonio etnográfico”. Actas del Primer Congreso Latinoamericano de
Antropología. Universidad Nacional de Rosario.
-
Torres,
P. (2001). “Cómo lograr una experiencia significativa en el museo”.
Consideraciones
para realizar un guión de visita guiada”. En: Gaceta de Museos, Número23-24, julio-diciembre 2001, México.
Mail:
servguias@fcnym.unlp.edu.ar
[2] En la experiencia hay una facultad receptiva: la
mayoría de las veces la experiencia ocurre, acontece espontáneamente, y lo que
posee valor es lo que recibimos en la experiencia, más que lo que producimos. Y
luego, lo que comunicamos acerca de ella. El conocimiento de la experiencia es
intransferible: las sensaciones, las vivencias, los momentos de admiración o
asombro, son tan singulares que, ante un ambiente idéntico, los conocimientos
pueden ser múltiples. La experiencia provoca un conocimiento más particular y
existencial. Toda experiencia se tiene en “ambientes” y no tiene ningún objeto,
más que aquel que el sujeto “lee y escribe” acerca de la misma
experiencia. Buenfil Burgos, R. N. (1992). “Análisis
de discurso y educación”
Departamento de Investigaciones Educativas Centro de Investigación y de
Estudios Avanzados. Instituto Politécnico Nacional. México
[3] “Se da un proceso de interpelación cuando el agente se constituye como un sujeto de educación
activo incorporando de dicha interpelación algún nuevo contenido valorativo,
conductual, conceptual, etc., que modifique su práctica cotidiana en términos
de una transformación o en términos de una reafirmación más fundamentada.” Buenfil
Burgos, R. N. (1992) “Análsis de discurso y
educación”. Departamento de Investigaciones
Educativas Centro de Investigación y de Estudios Avanzados. Instituto
Politécnico Nacional. México
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